Cuando me mudé a una nueva ciudad hace poco más de un año, no tenía idea del enorme efecto que el cambio tendría en mi vida. Las únicas personas que conocía en Ecuador eran unos pocos amigos con los que había vivido anteriormente que eran de la zona, así que se puede decir que mi círculo social cuando me mudé aquí no era muy grande.
No fue hasta unos meses más tarde, en noviembre, que Bella y yo nos conocimos a través de Facebook. Conocer a travestís Ecuador y que algunos de mis amigos hayan estado hablando de ella negativamente después de ver sus videos en línea sobre ser una mujer transgénero, sentí la necesidad de conocer a la verdadera ella, así que me acerqué y le envié un mensaje a Bella.
No pude superar sus hermosos rasgos femeninos y, para alguien que es transgénero, me encantó que se tomara su feminidad tan en serio. Todo, desde su piel, hasta su pelo y sus uñas estaba inmaculado.
Ella fue muy clara sobre su situación desde el principio, y yo estaba muy abierto a una amistad, hasta que empecé a formar algunos sentimientos muy reales por ella.
No tenía demasiados miedos o preocupaciones cuando comenzamos nuestra relación. Siempre la respeté como persona, independientemente de que fuera transgénero, pero definitivamente me preocupaba lo que los demás dijeran o pensaran de nosotros juntos.
Sabía que nuestra relación haría girar la cabeza de mis seres queridos, pero con el tiempo aprendí a adoptar la indiferencia de Bella ante la negatividad de los demás y la percepción crítica de mis elecciones de vida. Después de que aprendí a rechazar sus comentarios, nuestra relación se volvió real y fuerte.
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Mi familia siempre me dijo que me querrían sin importar quién eligiera ser o con quién eligiera estar; sin embargo, al principio parecían un poco escépticos. Con el tiempo, sin embargo, han aceptado que Bella y yo somos muy felices juntos, y sé que es lo que quieren para mí ahora. En cuanto a mis amigos, la mayoría acepta nuestra relación, elogian lo fuerte que me he vuelto desde que conocí a Bella, y aplauden lo comprometidos que estamos los dos con el otro.
Como cualquier pareja, tenemos nuestros argumentos, pero siempre nos recuperamos. Los inconvenientes son sobre todo cuando Bella se siente cohibido; me siento mal por no poder ayudarla, y es cuando nos frustramos el uno con el otro. Aparte de eso, se enfada conmigo cuando dejo al perro en el sofá.
La intimidad física es muy diferente a la que yo estaba acostumbrado, pero a pesar de todo, sigo viéndola como una mujer, tanto emocional como físicamente. Sé que con el tiempo se operará, pero la quiero de todas formas.
Hemos hablado de la longevidad de nuestra relación – matrimonio, hijos – pero todo está dentro del tiempo. Nos encantaría adoptar, porque yo mismo fui adoptado. Ser adoptada me ha hecho aceptar mucho más las diferencias de la gente. Cada uno tiene su propio pasado y cada uno tiene sus propios demonios. ¿Por qué discriminar?
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